
La reciente decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 50 % a las importaciones de café proveniente de Brasil, su principal proveedor, ha cambiado el panorama internacional del grano. Este escenario abre una oportunidad para Colombia, que solo enfrenta un arancel del 10 % y que cuenta con una oferta de café suave altamente demandada. Expertos consideran que el país podría aprovechar esta coyuntura para aumentar sus exportaciones hacia Norteamérica y mejorar su competitividad en precios, lo cual representaría un beneficio directo para miles de familias cafeteras en el eje exportador.

